martes, 14 de septiembre de 2010

ROMERIA DE NTRA. SRA. DE ZOCUECA

 Santuario de Zocueca

 

Según algunos historiadores  alrededor del 713 y durante la invasión musulmana de la península Ibérica es cuando se sitúa la llegada de un grupo de cristianos, que procedentes de Oreto, se refugian a orillas del Río Rumblar y entre sus pertenencias custodiaban celosamente la sagrada  compañera  que les hizo soportable la emigración y el destierro , una pequeña imagen de María que en la actualidad llamamos de Zocueca , nombre que recordaba  aquella que dejaron en su lugar de origen y que  recibía el de Zuqueca.

Entonces debió construirse el templo que según el testimonio del Racionero Ximena “era pobre y tosco y amenazaba ruina por su antigüedad”. En  1632 y según el Maestro Francisco Rus de la Puertas “se reedifico el templo a costa de los vecinos de la Villa de Bailén aunque no está en el termino de aquella Villa sino al de la ciudad de Andújar, en la ribera occidental del río Herrumblar, en la falda de Sierra Morena, a media legua de Bailén con el cual sitio y termino alinda el del Obispado de Oreto”.

El Camarín, trabajo del tallista  Manuel de Ortega y Castillo, se labró entre  los años 1750 a 1755, siendo Mayordomo de la Cofradía  de Ntra. Sra. de Zocueca D. Andrés de Montoro Ponce de León, Clérigo Diácono.

Pablo Olavide en el siglo XVIII recibió orden de rey Carlos III de poblar Sierra Morena  y llegado a las inmediaciones del Rumblar la belleza de este paraje causo en el tal impresión  que decidió fundar allí la “Nueva Población del Rumblar” y  para disminuir los gastos del tesoro público dispuso que se utilizara el Santuario  como templo parroquial, salvo los derechos que Bailén y la cofradía de Ntra. Sra. de Zocueca  tenia adquiridos sobre el mismo.

De lo que si tenemos certeza es que nuestra madre de Zocueca ha venido cuidando de nuestro pueblo desde tiempos remotos  y prueba de ello es el motivo por el que cada año el último domingo de Septiembre mueve al pueblo de Bailén a acompañar a su patrona hasta su Santuario, ofrecimiento que los hortelanos de las Huertas de San Vicente hicieron en agradecimiento por salvarlos de la plaga de langosta que asolaba las mismas en el año 1851. Fiesta que se retomaría en1919 cuando otra plaga de semejantes  características que la anterior amenazaba dichas huertas y se decidió celebrarla de forma conjunta tanto los hortelanos como la cofradía  acordándose su celebración el último domingo de Septiembre en vez de Octubre como se venia haciendo  por ser esta una fecha más apropiada.                                     

                                 Mª de los Ángeles García-Muñoz Medina

                         Secretaria de la Cofradía de Ntra. Sra. de Zocueca