jueves, 8 de marzo de 2012

JUEVES 8 DE MARZO: MUJERES

Jueves 8 de marzo: Mujeres






El papel de las mujeres en la vida de Jesús es más que conocido. María, su madre, y junto a ella las mujeres que le acompañaban como discípulas y que le ayudaban en su misión, es una constante presencia de mujeres en torno a Jesús que nos habla de una mutua relación de amor. Jesús tuvo con las mujeres de su época un comportamiento extraordinario, fuera de lo común. Él respetaba a las mujeres, veía en ellas una dignidad igual a la del hombre, las tenía por discípulas, le seguían igual que los varones. Fue un revolucionario en esto del trato a la mujer. Su forma de relacionarse, su manera de tratarla en plano de igualdad con el hombre, la forma de defender su dignidad en una sociedad patriarcal y masculina, no tiene igual en todo el mundo antiguo…



En ese amor mutuo, fueron las mujeres las que estuvieron con él hasta el final, hasta la misma cruz, y fueron ellas las primeras que conocieron el misterio de la Resurección. María Magdalena, fue la apóstol de los apóstoles, la primera que anunció la Resurrección, la primera cristiana en sentido pleno.



Hoy que ha sido el dia internacional de la mujer, en este camino a la pascua que es la cuaresma, he andado todo el día pensando en este tema.



De un lado en todo lo que aprendo de las mujeres -fuertes, constantes, capaces de sacar adelante mil y un proyectos, imaginativas, acogedoras, afectuosas, valientes, empáticas, compasivas, sacrificadas…- y en cómo tantas de esas actitudes son necesarias para mi vida y mi cuaresma, para mi camino a la pascua… en cómo la compenetración de hombres y mujeres pasa por el mutuo aprendizaje, por el mutuo respeto, por el reconocimiento de la igualdad en la diferencia…



Y de otro en todo lo que hay aún que convertir en mí, en nuestra Iglesia, y en este mundo nuestro sobre este tema. Tenemos que pararnos a pensar en la situación de la mujer en nuestro mundo, y hacerlo todos, hombres y mujeres, pues aunque mucho ha avanzado y mejorado, hay aún mucho que hacer. También en nuestra Iglesia. Quizás en el desarrollo histórico no siempre hemos conservado las mismas actitudes de Jesús. Al experimentar el necesario proceso de institucionalización, las mujeres dentro de la Iglesia pasaron a ocupar el lugar que ocupaban en la sociedad de la época. Una posición que las mantenía sometidas al mundo de los varones, marginadas del ámbito religioso, político, de la educación (siempre hubo excepciones, claro está). Hay que pensar si esa situación de sometimiento, de inferioridad, de marginación, se mantiene en nuestros días… y la cuaresma también es tiempo para ello.



Si queremos seguir a Jesús hemos de asumir sus actitudes, tener las mismas relaciones que él tuvo. La cuaresma tiene que ser de nuevo el volver a seguir a Jesús, optar por ser como él, asumir sus mismas actitudes y cambiar lo que en nosotros no se adecúa a su mensaje de liberación, de amor y de vida. Buenas noches… y buen camino a la pascua…



Fr. Vicente Niño, OP



(Dibujo: Fr. Félix Hernández, OP